En los albores de la Edad Media producto del auge de la iglesia institucional ( hoy conocida como iglesia católica Romana ) experimentamos un significativo auge de los monasterios, lugares donde hombres y mujeres se apartaron de la sociedad y se entregaron al estudio , reflexión, innovación, ciencias, letras , etc. Esto, si bien decantó en un significativo desarrollo de instituciones tales como las universidades, hospitales significaron un gran costo para la sociedad de la época , cuando los árabes iniciaron grandes campañas para conquistar territorios reconocidos como Cristianos , los principales y mejores hombres y mujeres de las sociedades de la época estaban encerradas en estas instituciones y no disponibles para la defensa de la sociedad Cristiana oriental principalmente . Los mejores hombres estaban encerrados y no defendieron con las habilidades que poseían la cosmovision de la gracia , de la responsabilidad personal y de la obra de misericordia de Dios en la Cruz , la luna y la estrella (símbolos del islam) comenzaron a avanzar y a opacar la cruz en regiones en donde sus mejores hombres y mujeres se encerraron creyendo que la fe se vivía lejos de la sociedad . Hoy vivimos un fenómeno parecido, el laicismo ha acorralado la fe a ámbitos privados , escondidos y subjetivos , escenario muy conveniente para aquellos que buscan destruirla y si bien todos entendemos que la fe es un don que Dios da , esta tiene irremediablemente una manifestación visible e impacta tu sociedad .
Los Cristianos debemos salir de los monasterios de las iglesias y defender los principios del evangelio de Cristo para nuestra sociedad. No esperando cambiar nada ( aunque lo hagamos) sino con la fuerte motivación de que al hacerlo honramos la fe que nos ha sido dada, el resultado es de Dios, la responsabilidad nuestra.